El bruxismo es una patología muy común que provoca el desgaste de la dentadura por la presión involuntaria que ejercemos sobre nuestra mandíbula. Este tipo de presión puede provocar problemas en las encías, así como un desgaste excesivo y peligroso para la dentadura.
Aunque es muy probable que ya conozcas algún caso similar, el bruxismo continúa siendo un gran desconocido, por ello hoy, desde Clínica Dental Albelu queremos hablarte del bruxismo, sus causas, sus consecuencias en la salud bucodental, así como las posibles soluciones o tratamientos.
El principal problema de esta patología es su desconocimiento, es decir, se conoce que una gran parte de la población padece de bruxismo, pero la gran mayoría son inconscientes de que lo padecen, porque lo más común es que esta presión se produzca durante las horas de sueño, por lo tanto, el desgaste de nuestra dentadura no se descubre hasta que el daño está hecho.
Como decíamos, esta presión se ejerce normalmente en horas de somnolencia, pero también es posible que suceda durante el día. Para entender este efecto primero de todo hay que analizar las posibles causas.
Causas:
Es difícil establecer una causa concreta ya que depende mucho de las condiciones del paciente. Es muy común achacar el bruxismo al estrés o por su parte a los trastornos del sueño, que pueden venir de la mano, pero, aunque estas son solo algunas situaciones, no se considera la causa prioritaria, ya que también pueden afectar otros factores como una mala alimentación, el padecimiento de trastornos respiratorios en horas de sueño, ansiedad, etc.
Tipos de bruxismo:
Además de las causas, que pueden provocar una mayor o menor presión sobre la dentadura, también es posible establecer distintos tipos de bruxismo, según la mordida, el momento en el que se produce o según el grado en el que afecta al paciente.
1. Según la mordida:
Bruxismo céntrico: Este se produce cuando se aprietan las piezas dentales provocando un desgaste. Las más afectadas suelen ser las premolares, por la posición que ocupan en la mandíbula del paciente.
Bruxismo excéntrico: Este se produce por el frotamiento de las piezas dentales. El excesivo movimiento de los dientes provoca un desgaste que afecta mayoritariamente a los incisivos.
2. Según el momento en el que se produce:
Bruxismo nocturno o bruxismo del sueño: Este es el bruxismo más común, se produce de forma inconsciente y en ocasiones ni siquiera el paciente es consciente de su patología, hasta que descubre el deterioro dental.
Bruxismo de vigilia o bruxismo diurno: El más asociado al estrés, de hecho, se relaciona también mucho con gente joven o estudiantes que padecen de estrés laboral o académico. A diferencia del nocturno, el paciente puede darse cuenta de que se está produciendo esta presión y tratar de poner solución a tiempo.
3. Según el grado de afectación:
Grado I: Bruxismo leve. Se produce de manera ocasional, y aunque puede ser de forma inconsciente, es posible solventarlo si el paciente toma consciencia del problema. En este grado el paciente no sufre ansiedad.
Grado II: Al igual que en el grado I el paciente no es consciente de la presión que ejerce y cuando lo percibe puede remediarlo, pero en este caso ya está presente la ansiedad y si no se remedia a tiempo puede llegar a convertirse en bruxismo de grado III, por ello se requiere de un tratamiento para asegurar su eliminación.
Grado III: Se trata de la reproducción constante de la presión dental. Aunque el sujeto tome consciencia del problema es difícil de controlar o remediar, ya que se convierte en una acción repetitiva e integrada. Las lesiones que puede provocar son serias y pueden llegar a ser permanentes.
¿Cuáles son los síntomas o las consecuencias del bruxismo?
Además de lo que ya hemos comentado, las lesiones en las piezas dentales del paciente, la presión también puede provocar dolores de cabeza agudos en función del grado de mordida, sensibilidad muscular, dolor o inflamación en la mandíbula, insomnio, e incluso dolor de oído.
Soluciones y tratamientos:
En algunos casos el tratamiento es algo tan sencillo como la relajación, sobre todo cuando la causa está relacionada con el estrés. Por esto también sabemos que el bruxismo se puede prevenir, si reducimos el estrés y controlamos la ansiedad.
El problema es que la relajación no siempre es suficiente como para prevenir o tratar esta patología, por ello, existen otro tipo de soluciones como las férulas, pensadas, no para solucionar el bruxismo, sino para evitar la presión entre los dientes y reducir el daño en las piezas dentales.
Si quieres saber más sobre el bruxismo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Desde Dental Albelu resolvemos tus dudas siempre que lo necesites.