En la práctica, toda mujer mayor de 35 años puede padecer cáncer de mama, aunque se han visto casos en menores de esa edad, no son relevantes estadísticamente. Son mayores las posibilidades de cáncer de mama si tiene antecedentes familiares directos (madre, hermanas), o personales (haber tenido cáncer en una mama).
El diagnóstico se hace mediante la anamnesis, la exploración mamaria, los diferentes métodos diagnósticos de imagen, la citología y la histología del tejido mamario.
La exploración de mamas debe ser parte de la exploración rutinaria en toda revisión preventiva a la que acude la mujer. La sensibilidad de la exploración solo está entre el 60-85 % de los casos, por lo que es importante realizar pruebas de imagen para llegar a un diagnóstico preciso. Pero, si en la exploración es evidente la presencia de nódulo palpable, es muy importante recurrir al diagnóstico citológico e histológico mediante biopsia.
Hay que resaltar también que la autoexploración de mamas es muy útil para el diagnóstico precoz de cáncer de mama, ya que es la paciente la que mejor conoce sus mamas. Ante cualquier variación de las características de sus mamas debe acudir a su Ginecólogo.
Métodos de diagnóstico por imagen
- Mamografía: es una técnica esencial en el diagnóstico de cáncer de mama. A partir de los 40 años se debe realizar cada dos años, y cada año si tiene antecedentes directos de esta patología. La tasa de falsos negativos puede llegar hasta 16% según algunos estudios, pero eso no significa dejar de hacerlo según los protocolos habituales. Este método sigue siendo en la actualidad la mejor manera de diagnóstico de cáncer de mama.
- Ecografía de mamas: es una técnica complementaria a la mamografía, pues es muy útil en la diferenciación de quistes con nódulos sólidos.
- Resonancia magnética nuclear (RMN): es un procedimiento caro pero muy importante para el seguimiento de casos operados y en los casos en los que se hizo reconstrucción mamaria. Otra ventaja de la RMN es que no emite radiaciones. Se puede usar en embarazadas
- Punción aspiración con aguja fina (PAAF): se ha convertido en un procedimiento de rutina en los casos de masa palpable. El tejido que se extrae se envía a Anatomía patológica para su evaluación y diagnóstico. Actualmente se realiza bajo visión ecográfica.
Recuerda: El cáncer es mejor diagnosticarlo precozmente y para eso debes acudir a tu Ginecólogo y hacer tus revisiones rutinarias.